Luego de un Día Maravilloso ¿que viene?, la satisfacción, el descanso, la expectativa, la planificación, la angustia, la tristeza, el dolor..., cualquier tipo de sentimientos puede venir a nosotros aun luego de que el día haya sido bueno, o simplemente malo. Lo real es que no hay días malos, sencillamente son oportunidades de progreso y aprendizaje con mayor intensidad. Es semejante a la experiencia que vive el estudiante de natación, al cual su instructor le asigna una determinada cantidad de rondas en la piscina desde su inicio hasta el final durante un tiempo que él le delimite, constantemente cada vez suma un mayor valor a la cantidad de actividad por realizar volviéndose todo algo cada vez más fuerte y más difícil de transitar. Lo cierto es que al cabo de que este estudiante cumple con todas estas exigencias, está desarrollando aun mucho más su capacidad de nado y mejora en talento y acción al llevarlo todo a la práctica y a la superación constante. Aun así no puedo calificar este día como malo de ninguna manera, por días como hoy es que mi testimonio se fortalece y mi razón de vida se me esclarece un poco más, sencillamente estamos en esta tierra todos cursando la misma carrera, y pese a que algunos solo corren sin saber ¿por qué? ni ¿hacia dónde?, entre todos nos ayudamos los unos a los otros para llegar a esa meta anhelada y soñada, a la cual todos tenemos la capacidad de llegar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario